27/8/11

Etimologia de dichos, refranes y algunas palabras populares

Hoy les traigo esto. Algo que no es de mi autoria, pero que hace tiempo vengo buscando. Es la etimología de algunos dichos o refranes (la historia del porque se dicen así) Hace ya tiempo que busco sin resultado alguno, hasta hoy. Y quería compartirlo con ustedes. Espero que les interese.


“No hay tu tía”
Es una expresión que suele usarse ante los hechos consumados. Al oírla, el oyente comprende que no hay esperanza de cambio.Pero, ¿qué tiene que ver la tía de uno en todo este asunto?
Ocurre que “tu tía” viene de la mala interpretación de atutía o tutía, término que significa “la costra que queda en la chimenea del horno después de procesar ciertos minerales”.Con esta mezcla, se preparaba (en tiempos en los que no había una farmacia en cada calle, abierta las 24 h), un ungüento que, como contenía óxido de cinc, favorecía la cicatrización.
Y “no hay tutía”, se usó a partir de entonces como sinónimo de “no hay” o “no tiene remedio”.

“Cornudo”


Casi tan remotamente, pero no tanto, en los países nórdicos de la antigüedad, los gobernadores de las comarcas podían, por su condición de tal, seleccionar a las mujeres con las que deseaban intimar.
Cuando esto ocurría, la puerta de la casa donde se encontraba el gobernador con la mujer elegida, era adornada con los cuernos del alce, en señal de su presencia.
Si la mujer estaba casada, su marido mostraba felizmente a sus vecinos el adorno, orgulloso por la visita del gobernador a su humilde morada. Y así surgió la popular expresión:
“Te pusieron los cuernos” o “Eres un cornudo”. Sólo que hoy en día, genera de todo, menos deseo de jactarse”.

“Fuck”


En la antigua Inglaterra la gente no podía tener sexo sin contar con el consentimiento del Rey (a menos que se tratara de un miembro de la familia real). Cuando la gente quería tener un hijo debían solicitar un permiso al monarca, quien les entregaba una placa que debían colgar afuera de su puerta mientras tenían relaciones. La placa decía “Fornication Under Consent of the King” (F.U.C.K.). Ese es el origen de tan “socorrida” palabra.




Vender gato por liebre

Si hay algo que ha mantenido la tradición con el paso de los siglos, es, sin duda, la mala fama de las posadas, hosterías y fondas, respecto de la calidad de sus comidas.

La literatura universal está llena de alusiones, muchas de ellas irónicas, acerca del valor de los alimentos ofrecidos en ellas.

Y era tanto el descrédito de estos lugares, que llegó a hacerse usual entre los comensales la práctica de un conjuro, previo a la degustación, en el que aquellos, parados frente a la carne recién asada, recitaban:

Si eres cabrito, manténte frito;

si eres gato, salta al plato.”


Por supuesto, este "exorcismo" nunca sirvió para demostrar la veracidad de la fama de la posada, pero dio origen a la expresión dar gato por liebre, que con el tiempo se incorporó al lenguaje popular como equivalente de engaño malicioso por el que se da alguna cosa de inferior calidad, bajo la apariencia de legitimidad, dada el parecido de la contextura de estos dos animalitos.

La tercera es la vencida

Expresión de tono optimista que asegura que, luego de haber fracasado en dos intentos, la próxima vez se logrará lo propuesto, por lo que se exhorta a la persona a perseverar en su esfuerzo.

El origen parece estar en el vocabulario de la lucha cuerpo a cuerpo (y en otras clases de enfrentamientos), en la que el luchador que derribaba tres veces a su adversario ganaba, aunque algunos sostienen que, primitivamente, se consideraba ganador al que mejor se desempeñaba en un total de tres juegos. Como vemos, siempre era el número tres el elegido.

En el ámbito de la Justicia de los siglos XVI y XVII, en la práctica procesal del derecho penal, se establecía la muerte al tercer robo, con lo que para el reo, al igual que para el luchador, la tercera, era la vencida

Meterse en camisa de once varas


La locución tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media.

El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño tejida al efecto, sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada.

La vara (835,9 mm) era una barra de madera o metal que servía para medir cualquier cosa y la alusión a las once varas es para exagerar la dimensión de la camisa que, si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serían más de nueve metros).

La expresión meterse en camisa de once varas se aplica para advertir sobre la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.

Adios

En épocas pasadas la palabra tenía un valor que hoy carece. Y los tiempos se median con urgencias menores. Por aquellos años, era un saludo común de despedida la expresión: "A dios te encomiendo".
Con el paso de los siglos la frase sufrió un recorte y el saludo se abrevió en un: "A dios". Finalmente se llegó al escueto "adios".
En idiomas diversos al español, la suerte fue similar. Por ejemplo, en el inglés, la frase similar sería: "God be with you" (Qué Dios sea contigo), la cual se fue acortando hasta arribar al famoso: GoodBye. Ésta a su vez fue recortada por el uso cotidiano hasta el "goodby".

No ser ni chicha ni limonada (limoná)
Dícese para expresar ambigüedad o ausencia de valía, interés o utilidad.
El término chicha aparece recogido desde la primera edición del Diccionario de la Real Academia Española (1729) como «bebida hecha de maíz, de que se usan en las Indias Occidentales. Pudo llamarse assi por ser mui substanciosa, y que alimenta como la carne», y como parte de esta expresión desde la edición de 1925 en la que No ser ni chicha ni limonada figura con el sentido de «no valer para nada, ser baladí»
El origen de este dicho podría encontrarse en Hispanoamérica y haber viajado a España con posterioridad. La chicha era una bebida alcohólica muy popular que procedía de la fermentación del maíz, mientras que limonada ha sido el nombre genérico para designar a las bebidas refrescantes sin alcohol. Establecida la comparación, no estar encuadrado en ninguno de los dos extremos indicaba la escasa importancia o la insignificancia de lo analizado.
Agarrate Catalina
Se dice que si significado real es el de “romper con las tradiciones”. Su origen comienza con la historia de una joden, Catalina, que pertenecía a una familia de trapecistas en un circo que recorría los barrios porteños en los años 40. Su bisabuela, su abuela y su madre habían muerto durante diversas actuaciones, sin embargo ella contra todos los consejos decidió seguir la tradición familiar y se hizo trapecista. Entonces todo el mundo a modo de cábala antes de cada función le decían “Agarrate bien Catalina”. Con el correr del tiempo la frase se fue deformando hasta llegar al conocido “Agarrate Catalina”
Finalmente Catalina murió a los 25 años durante una función del circo en el barrio de San Telmo cuando el hombre bala se estrelló contra su pecho. (Creo que ahí la limaron con la historia). Hoy por hoy se usa como un “tené cuidado si pasa X cosa”




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